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Salmo 91 cuidado de Dios

salmo 91
Salmo 91 cuidado de Dios
Este es un salmo lleno de vida, que muestra una imagen de Cristo. También revela un sitio de extraordinaria seguridad y protección para toda la humanidad. Se expresa directamente a los miedos de cada individuo en el mundo y a su necesidad de querer ser protegido y tener seguridad. Goza de popularidad y preferencia entre los cristianos creyentes, utilizada por muchas personas sin distinción de edad, y que afirman haber recibido bendiciones por ello. Con esto queda claro que la idea central para el autor de este salmo se basa en el hecho de que Dios ofrece protección a los que se acercan a Él.

Salmo 91 cuidado de Dios

El Salmo 91 es un Salmo lleno de significado. Desde el principio vemos que quien se refugia en Dios y hace de Dios su casa está bajo la protección del Todopoderoso. Contrariamente a lo que muchos pueden pensar, tener una Biblia abierta en el Salmo 91 no ofrece ninguna protección. Lo único que puede garantizar esa protección es tener una relación personal con Dios, una relación cercana y de confianza.

En el versículo 4 el salmista dice que Dios protegerá a esa persona bajo sus «alas». Dios mismo, cuando inspiró este Salmo, quiso demostrar todo el amor, la ternura y la protección que tienen los que confían en Él. En la misma medida, Dios revela su fuerza: es el escudo que protege.

Este Salmo está lleno de promesas de bendiciones y protección para aquellos que confían en el Señor. No tiene por qué temer «el terror de la noche» o la enfermedad o el peligro. El versículo 10 dice que ningún mal le sucederá, ni ninguna calamidad vendrá a su casa. Esto no significa que usted nunca encontrará dificultades o problemas. Significa que cuando alguien confía en el Señor, incluso las cosas malas lo acercan a Dios. Las grandes calamidades, y aun la muerte misma, nos acercan a la herencia eterna en Cristo Jesús. Todas las cosas trabajan juntas para el bien de aquellos que aman a Dios.

Dios responde, Dios se preocupa, Dios bendice a los que lo hacen su escudo. Incluso envía a sus ángeles a servirnos.

Pero no pienses que recitando este Salmo o teniendo una Biblia abierta en esta página habrá algún poder místico que cambiará tu vida. Lo que cambiará tu vida para siempre es que vivas en el refugio del Señor. Debes hacer tu morada en Dios. Cree en Jesús! El Espíritu Santo morará en ti y podrás morar en el refugio del Altísimo. Habitarás en Dios!

Salmo 91

El que habita al abrigo del Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso.
Yo le digo al Señor: «Tú eres mi refugio, mi fortaleza, el Dios en quien confío». Solo él puede librarte de las trampas del cazador y de mortíferas plagas, pues te cubrirá con sus plumas y bajo sus alas hallarás refugio. ¡Su verdad será tu escudo y tu baluarte! No temerás el terror de la noche, ni la flecha que vuela de día, ni la peste que acecha en las sombras ni la plaga que destruye a mediodía. Podrán caer mil a tu izquierda, y diez mil a tu derecha, pero a ti no te afectará. No tendrás más que abrir bien los ojos, para ver a los impíos recibir su merecido. Ya que has puesto al Señor por tu refugio, al Altísimo por tu protección, ningún mal habrá de sobrevenirte, ninguna calamidad llegará a tu hogar. Porque él ordenará que sus ángeles te cuiden en todos tus caminos. Con sus propias manos te levantarán para que no tropieces con piedra alguna. Aplastarás al león y a la víbora; ¡hollarás fieras y serpientes! «Yo lo libraré, porque él se acoge a mí; lo protegeré, porque reconoce mi nombre. Él me invocará, y yo le responderé; estaré con él en momentos de angustia; lo libraré y lo llenaré de honores. Lo colmaré con muchos años de vida y le haré gozar de mi salvación».

Salmo 91 análisis

Los dos primeros versículos de este Salmo 91, apuntan a lo siguiente:

El que vive bajo la sombra protectora del Altísimo y Todopoderoso, dice al Señor: «Eres mi refugio, mi castillo, mi Dios, en quien confío».

Estas hermosas palabras comienzan describiendo al Señor Jesucristo, un hombre sin pecado, santo y perfecto. Siempre custodiados en la presencia de Dios, es decir, en el lugar más seguro y secreto. Enseñar a todos que para obtener las promesas ofrecidas por Dios, hay que vivir en perfecta unión con Él, haciendo siempre su voluntad.

Incluso si todas las cosas buenas se derrumban, Él siempre estará a tu lado. Dios no tiene miedo de tus problemas. Hay que confiar en Dios y reconocerlo también como Aquel que nos fortalece y nos da cobijo. Sin alardear o confiar en tu propia fuerza.

Ahora, los versículos 3 a 5 de este Salmo 91 lo confirman:

«Sólo Él puede libraros de plagas ocultas y de plagas mortales, porque os cubrirá con sus alas, y bajo ellas estaréis a salvo. Su fidelidad te protegerá como un escudo! No tengas miedo de los peligros de la noche, ni de las flechas lanzadas de día.

No hay duda de que Dios libera de todo mal a aquellos que confían plenamente en Él y se rinden a Su voluntad. En estos versículos el autor continúa usando lenguaje figurado, describiendo la fidelidad, protección y amor infinito de Dios para aquellos que confían en Él. En otras palabras, da la plena seguridad de que cuando uno vive en ese lugar seguro y secreto de Dios, Él le dará libertad de esos enemigos, visibles e invisibles.

Como en los versículos 6 al 8, que expresan:

«Porque mil caerán muertos a tu izquierda y diez mil a tu derecha, pero no te pasará nada. Sólo tendrás que presenciarlo: verás a los malvados recibiendo lo que se merecen».

En esta parte del salmo el autor se expresa a favor de los que se benefician. Es decir, de aquellos creyentes que viven bajo la voluntad de Dios, porque vivir siempre bajo Su presencia no importa qué problemas surjan, no pueden ir más allá de la protección del Todopoderoso. Porque aunque miles caigan a tu lado, aquellos que están bajo el cuidado de Dios permanecerán intactos. Con esto uno debe estar muy agradecido a Dios por su infinita gracia y misericordia.

Continuemos con los versículos 9 y 10:

«Puesto que has hecho al Señor tu refugio, al Altísimo tu lugar de protección, ningún mal te sobrevendrá, ni vendrá la enfermedad a tu casa.

Lo que el autor escribe en estos versículos se refiere a Cristo. Sin embargo, a modo de reflexión, estas palabras pueden ser entendidas como una gran promesa condicionada que Dios hace a la humanidad.

Por lo tanto, si crees que no experimentas esta protección divina, debes preguntarte a ti mismo: Si estás viviendo tu vida en la plena presencia de Dios, esto te ayudará a comprender que para ver cumplida esta promesa debes cumplir la condición.

Ahora los versículos 11 y 12 dicen:

«Porque él ordenará que sus ángeles se ocupen de ti dondequiera que vayas. Te levantarán con sus manos para que no tropieces con ninguna piedra.

A través de estas palabras se revela la manera en que Dios cuida de Sus hijos. Tal camino es a través de Sus ángeles, quienes les encomiendan que cuiden todos los caminos que conducen a una vida plena en Él y a aquellos que eligen seguirlos, porque ellos (los ángeles) son parte de la luz de Dios de Su mano, nosotros entramos en Su presencia.

Mientras que el versículo 13 dice:

«Puedes caminar entre leones, monstruos y serpientes.

Este versículo se refiere al enemigo espiritual, es decir, Satanás, quien es descrito en la Biblia como un león y también como una serpiente.

Y aquí también una demostración de que la victoria se obtiene al vivir bajo la sombra de Dios Padre Todopoderoso. Si estás cerca de Dios, sus fuerzas estarán contigo, esa fuerza que ni siquiera Satanás es capaz de vencer.

Finalmente los versículos 14, 15 y 16 expresan:

«Lo salvaré, fuera del alcance de todos, porque él me ama y me conoce. Cuando me llame, le responderé; ¡yo mismo estaré con él! Lo libraré de la angustia y lo llenaré de honores; lo haré gozar de una larga vida: ¡lo haré gozar de mi salvación!

Ese hombre perfecto (Jesucristo) estaba en las garras de la muerte, siendo liberado por Dios al tercer día, cuando resucitó de los muertos, dándole toda la gloria. Por lo tanto, las condiciones para la salvación son claras y deben cumplirse para obtenerla.

En estos últimos versículos del Salmo 91, Dios proclama personalmente bendiciones para aquellos que se entregan para servirle. Además enseña que Dios sólo se da a sí mismo a aquellos que con un corazón sincero le dan todos sus problemas y lo honran.

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